RESEÑA HISTORICA
FECHA DE ANIVERSARIO: EL 28 DE NOVIEMBRE DE 1939
Cuenta la señora Elsie Keyser que cuando el Rev. Pedro Barbero fue pastor en la Provincia de David, entre las muchas cosas que hizo se destacaba el hecho de que se hizo amigo de una familia muy pobre, tomando especial cuidado de los varios hijos crecientes, mientras que su padre estaba ausente. Cuando este padre, el señor George Barb regresó de Venezuela en 1930, compró una granja a unas 25 millas de David, en un territorio no cultivado llamado EL CALVARIO y llevó allí a su familia.
Al pasar los años y crecer los niños, los Barb no se olvidaron de su amigo ni la manera cristiana de vida que significo tanto para ellos. Para los años 1939 el hogar formado por Jorge Barb y su esposa María, sirvió como centro de adoración alrededor del cual creció una congregación de simples, pero fervientes creyentes. Los cultos eran edificantes los cuales le gustaba a las personas. Dumas Barb, hijo de María y Jorge Barb, siguió predicando.
Cuando la congregación creció muy grande para el hogar, se construyó una capilla, la cual acomodará por lo menos 100 personas. Esta pequeña capilla que quedaba a media hora de camino en caballo de la carretera principal, se yergue solita sin ninguna otra casa a la vista; sin embargo, en días de servicios estaba llena de devotos adoradores.
El pastor del Distrito de David, hacía visitas semanales a esta congregación.
En 1941 y 1942 Claudio Medianero (papá de doña Adriana) donó la tierra donde actualmente está ubicada la Capilla. Allí se construyó una casa de dos pisos. La parte de abajo era la casa pastoral y la parte de arriba era el templo. Carlos Luis Jiménez, Costarricense fue nombrado Pastor. Vivía en David, pero viajaba a Bongo los domingos y algunos días durante la semana. De David a Concepción viajaba en carro y de Concepción a Bongo a caballo.
En 1949, llegó de Costa Rica como pastor José María Gamboa, quien atendía en Boquerón, David y Bongo, no paraba, trabajaba con ahínco, hacía visitaciones. En aquellos años los caminos eran difíciles, no había luz, pero con todas esas dificultades las personas asistían con amor y dedicación a la iglesia.