La Obra Metodista en el Istmo de Panamá, debe su origen a una mujer laica llamada Madre Abel, quien inició esta obra en la Isla de Carenero, en la provincia de Bocas del Toro, con personas de origen antillano, entre los años de 1811 y 1821. Esta obra se llevaba a cabo bajo los auspicios de la Iglesia Metodista Libre, con sede en Gran Bretaña y su primer Pastor fue el Reverendo Robert Christie.
Entre los años 1881-1884 el metodismo de origen antillano por iniciativa laica se establece en las ciudades de Panamá y Colón y en la hermana República de Costa Rica. Fue a partir de esta iniciativa laica que fueron invitados pastores para que se hicieran cargo de las distintas congregaciones metodistas organizándose en el Istmo de Panamá desde 1884 la que es hoy la Iglesia Metodista del Caribe y las Américas.
En el mes de enero de 1906, llegó a Panamá el Rev. Jaime Elkins y su señora. Eran los primeros misioneros metodistas enviados al Istmo por la Junta de Misiones en Nueva York. Durante los primeros años sus actividades se dividieron en dos direcciones: una a los norteamericanos recién llegados a la Zona del Canal y la otra a los panameños de habla castellana en la ciudad de Panamá.
Diez años después la misión metodista en la Zona del Canal había terminado su trabajo, pues algunas iglesias de la misma zona absorbieron el trabajo y esfuerzo metodistas formando la iglesia Unión.
Mientras que la obra entre los de habla castellana continuaba, ya en el año de 1908 se había construido un Templo llamado “El Malecón”, donde se reunía una pequeña congregación y funcionaba una escuela diaria, llamada “Panama College”.
En el año 1916 llegó el Obispo Jorge Amós Miller, con quien la obra de la Iglesia se extendió al interior del país, llevando dicha obra al país vecino de Costa Rica, en 1917, acompañado del Pastor mejicano Eduardo Zapata. Las primeras conversaciones tuvieron lugar en el antiguo Hotel Francés, frente al Parque Central de San José. Después el grupo se trasladó a la casa del señor Modesto Le Roy, donde se organizó la primera iglesia o Congregación Metodista.
En 1922, la Escuela diaria, llamada “Panama College”, cambió su nombre por el de Instituto Panamericano. Este colegio ha crecido en forma acelerada, llegando a tener gran aceptación en todo el pueblo panameño. Por otro lado, en Costa Rica, también se creó en 1921 un Colegio Metodista. Éste inició sus actividades en el local del Templo “El Redentor”. Preocupada siempre la Iglesia Metodista por su juventud, impulsó la celebración de Campamentos. Para dicho fin compró propiedades que se dedican a esas actividades. Pero no sólo se preocupó por los campamentos, también creo centros y hogares estudiantiles.
Otras instituciones para el desarrollo de la obra en esta región de América Latina: el Centro Rural Metodista en San Carlos que se creó en el año 1955, cuyo propósito era dar a conocer a Cristo a través del servicio del pueblo rural, en la rama de agricultura, ganadería y experimentación. En el año de 1957 se creó la Escuela de preparación de Obreros Metodistas, que inició sus actividades en las aulas de la Iglesia Metodista: “El Mesías” de la “Ciudad de Alajuela, con el propósito de preparar a los Pastores y dirigentes nacionales que servirían a la Iglesia en Costa Rica y Panamá. Cabe agregar que fue el sueño por más de treinta años del Obispo Miller, a quien Dios le permitió llegar a verlo hecho realidad.
En la actualidad la Iglesia Metodista en Panamá, está esparcida por varias partes de su territorio, llevando el mensaje de Cristo a las personas y comunidades, a través de las múltiples formas de su ministerio. Y unida a toda la familia metodista universal, podría repetir aquellas célebres palabras con que Juan Wesley definiera la misión del movimiento metodista en el mundo:
“DESEO FORMAR UNA SOCIEDAD AGRESIVA Y DEFENSIVA CON TODO SOLDADO DE CRISTO. NO SOLO TENEMOS UNA FE, UNA ESPERANZA Y UN SEÑOR SINO QUE ESTAMOS DIRECTAMENTE EMPEÑADOS EN UNA MISMA LUCHA”.
La Iglesia Metodista en Costa Rica y Panamá trabajaron juntas a lo largo de una historia común, por medio de diversas formas de organización, Así surgió a la vida como Conferencia de la Misión, formando cada país un distrito. En 1961 se organizaron como Conferencia Anual de Costa Rica y Conferencia Provisional de Panamá hasta febrero de 1973 en que fueron constituidas como Iglesias autónomas, formando la Iglesia Evangélica Metodista de Costa Rica y la Iglesia Evangélica Metodista de Panamá.
En 1979 se tomó la medida de “desprofesionalizar” el pastorado, hasta entonces atado a concepciones de las sociedades opulentas y materialistas de occidente. Comenzaba a ampliarse la comprensión del ministro de Dios, como una función que atañe al pueblo (laico). Con esta visión se creó la Escuela de Formación Teológica que debía preparar y capacitar a personas para los distintos ministerios de la Iglesia. Se esperaba que al poco tiempo se podría encontrar el camino de consagrar para el ministerio a personas representativas, más allá de las sectorizaciones de pastores y laicos que se habían heredado y que se deseaban cambiar.
Además se hizo una consulta con la Iglesia Evangélica Metodista de Panamá, a nivel de sus congregaciones y de sus distritos, con el fin de establecer la forma de gobierno por la que se inclinaban sus miembros. La consulta dio como resultado la inclinación por el sistema de gobierno Episcopal, asimismo reveló la necesidad de reafirmar aquellas formas del ministerio que como la Superintendencia de Distrito y la predicación laica habían sido recibidas en la Disciplina de 1973, como parte de una herencia que no debemos perder porque son eficaces para la labor pastoral y la orientación de la Iglesia.